¿Sabían ustedes que el TDAH es una condición que no desaparece en la adolescencia?
Esto, que para algunas personas ahora puede parecer una certeza, no era tan claro hasta bien entrada la década del 90, cuando muchos médicos y psicólogos seguían considerando que el TDAH era una condición que desaparece una vez pasada la infancia. La creencia se fundamentaba en el hecho de que cuando el niño ingresa en la etapa adolescente, el cerebro comienza a tener una maduración que atenúa significativamente las características habituales del TDAH infantil. Y sobre todo se observaba que al llegar a la edad adulta la persona logra controlar bastante bien su comportamiento motor.
Sin embargo, lo que persiste en la adolescencia y la edad adulta, son las dificultades atencionales y en el control de los impulsos. Esto significa que el adolescente y el adulto con TDAH van a tener dificultades relativas a los estudios y posteriormente a la actividad laboral. Van a cometer algunos errores de mayor o menor magnitud en el ámbito de los estudios o en el ámbito laboral por problemas atencionales que pueden ser vistos como descuidos.
Esto también se extiende a la vida cotidiana: a la vida familiar y a la vida social. Se cometen una serie de errores por descuido, descuidos atencionales, fallas atencionales. A veces, los errores se traducen en anécdotas graciosas que describen a la persona como despistada, y otras mucho más graves que pueden terminar por ejemplo en accidentes de tránsito.
Los invito a que vean el video en el que profundizo sobre las características del TDAH en la adolescencia y la adultez, y espero sus comentarios al respecto.
