fbpx

Los buenos genes son buenos, pero la alegría es mejor

  • domingo, 23 de julio de 2017

El estudio realizado en Harvard, de casi 80 años de duración (iniciado en 1938), ha demostrado que buenos vínculos con la familia, los amigos y  la comunidad nos ayuda a vivir más tiempo y ser más felices.

Cuando los científicos comenzaron a rastrear la salud de 268 estudiantes de segundo año de Harvard en 1938 durante la Gran Depresión, esperaban que el estudio longitudinal revelara pistas para llevar vidas saludables y felices.

El Estudio de Harvard del Desarrollo Adulto fue uno de los más extensos del mundo de la vida adulta, en el que  los investigadores han recopilado una abundancia de datos sobre la salud física y mental.

Al grupo original, en el inicio, se le agregó un segundo grupo de chicos provenientes de familias socio-económicamente deprivadas de Boston.

Las investigaciones se ampliaron hacia la descendencia de esos hombres, que ahora son 1.300 sujetos, de entre 50 y 60 años de edad. De esta manera, podrán evaluar cómo las experiencias de la primera infancia afectan la salud y el envejecimiento con el tiempo. Algunos participantes son empresarios exitosos, médicos, abogados, mientras que otros terminaron como esquizofrénicos o alcohólicos, pero no determinado por caminos inevitables.

A lo largo de los años, los investigadores han estudiado las trayectorias de salud de los participantes y sus estilos de vida en general, incluyendo sus triunfos y fracasos en las carreras y el matrimonio, y el hallazgo ha producido lecciones sorprendentes.

“El hallazgo sorprendente es que nuestras relaciones y lo felices que estamos en nuestras relaciones tiene una poderosa influencia en nuestra salud «, dijo Robert Waldinger, director del estudio, psiquiatra del Hospital General de Massachusetts y profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard. «El cuidado del cuerpo es importante, pero proteger los vínculos es una forma de auto-cuidado, también. Eso, pienso, es la revelación.”

«Las personas que estaban  más satisfechas en sus relaciones a los 50 años eran las más saludables a los 80 años»

“…no eran sus niveles de colesterol de mediana edad los que predijeron cómo iban a envejecer», dijo Waldinger en una popular Charla TED (http://bit.ly/2unSOnS) «Fue lo satisfechos que estaban en sus relaciones. Las personas que estaban más satisfechas en sus relaciones a los 50 años eran las más sanas a los 80 años».

Lo importante fue considerar lo siguiente:

  1. La soledad enferma. Viven más y con mejor calidad de vida quienes mantienen buenas conexiones sociales.
  2. No importa tanto la cantidad de relaciones; lo que importa es la buena calidad de las mismas, la armonía en los vínculos.
  3. La calidad de los vínculos es bueno para el cerebro y su buen funcionamiento. Si a los 80 años contamos con personas en quien confiar, nuestras habilidades mentales funcionarán mejor.